miércoles, 23 de abril de 2008

Trabajo de investigación con fuentes secundarias

TÉCNICAS DE TRABAJO
ORIENTACIONES PARA EXTRAER INFORMACIÓN DE DOCUMENTOS ESCRITOS
El historiador que estudia el pasado obtiene información de diferentes tipos de fuentes. Las fuentes primarias son los testimonios dejados por los contemporáneos de los hechos históricos.
Desde que los hombres inventaron la escritura, los documentos escritos son una de las formas más importantes en las que han llegado hasta nosotros esos testimonios. Por eso en los trabajos de investigación debes analizar sobre todo, documentos escritos.
Para extraer información de ellos es necesario hacerles preguntas.
Los documentos responden a las preguntas que les hace el historiador que son de interés para el tema que está estudiando. Un mismo documento puede responder muy diferentes preguntas.
Los documentos te permitirán confrontar muchas de las afirmaciones realizadas en el texto con los testimonios de los hombres contemporáneos del proceso estudiado.



UNA POLÉMICA ENTRE HISTORIADORES:



LA ACCIÓN DE GOBIERNO DE
JUAN MANUEL DE ROSAS

OBJETIVOS DEL TRABAJO
Juan Manuel de Rosas es una de las figuras más controvertidas de la his­toria argentina. Desde finales del siglo XIX hasta nuestros días, historiadores de diferentes tendencias buscaron y encontraron, en las acciones de Rosas, ejemplos de lo que no se debía hacer o de lo que sí se debía hacer para resolver problemas de sus propios presentes.
Frecuentemente, la polémica sobre su posición frente a la organización de un Estado centralizado y los métodos que utilizó para gobernar, su mane­jo de las relaciones exteriores y su compleja personalidad ha quedado redu­cida a un intercambio de argumentos en favor y en contra para exaltarlo o denigrarlo.

Te presentamos a continuación una selección de fuentes secundarias que contienen opiniones de diferentes historiadores sobre algunos temas al­rededor de los cuales giró la acción de gobierno de Rosas.

La polémica en­tre ellos está presente: ¿Buscó restablecer el viejo orden colonial o asegurar el orden necesario para el desarrollo de nuevas actividades económicas? ¿Su política económica favoreció los intereses del conjunto del país o sólo los de la provincia de Buenos Aires? ¿Defendió o no la soberanía política de la Confederación Argentina frente a las potencias extranjeras? ¿Retrasó la or­ganización de un Estado centralizado o contribuyó a sentar las bases nece­sarias para la aceptación de la Constitución?

Los objetivos de este trabajo son que conozcas aspectos de esta polémi­ca y que, en una primera aproximación, tomes tu posición personal frente a ella. Antes de sumarte a la polémica nos parece indispensable que tengas en cuenta que durante los años de go­bierno de Rosas se desarrolló un complejo proceso que sentó las bases para que la organización de un Estado territorial centralizado fuera viable.

PLAN DE TRABAJO
En grupo de cuatro/cinco alumnos creen en Google Drive un Documento compartiéndolo conmigo también.
Resuelvan la Actividad que abajo se detalla teniendo en cuenta que el trabajo es colaborativo.

1. Lean atentamente cada fuente y ubíquenla en los términos de la polémica presentados. Para que les resulte más fácil, conviene responder las preguntas planteadas para cada fuente.
Fuente 1: identificquen las características del orden al cual, según José Luis Romero, Rosas defendió.
Fuente 2: ¿cuál es el orden que, según W. Ansaldi, la acción de gobierno de Rosas contribuyó a imponer? ¿En qué aspectos se pueden contraponer las fuentes 1 y 2?
Fuente 3: por lo que se afirma en el texto de esa ley ¿los beneficios de una ley se pueden evaluar? ¿Por qué?
Fuente 4: ¿cuáles son los tres argumentos enunciados por Pérez Amuchás­tegui para explicar por qué la Ley de Aduanas de 1835 no benefició al con­junto de las provincias?
Fuentes 5 y 6: a partir de tus conocimientos ¿los argumentos de la fuente 6 contradicen o no las afirmacio­nes de la fuente 5? ¿Por qué?
Fuentes 7 y 9: ¿qué diferencia encuentran entre el argumento de Ibarguren (fuente 7) y el de Barba (fuente 9) sobre la relación entre el poder personal de Rosas y su negativa a la Constitución?
Fuente 8: ¿por qué, según lrazusta, la delegación de las relaciones exterio­res de las provincias en la persona de Rosas, como gobernador de Buenos Aires, contribuyó al establecimiento de una Constitución?
2. Con la información obtenida de todas las fuentes, redacten un informe en el Google Drive que explique en qué aspectos la acción de gobierno de Rosas contribuyó a la organización de un Estado centralizado. Fundamenten el informe citando a los autores leídos.

3. Incluyan en el informe la opinión personal sobre la polémica. Fundamentá tu posición teniendo en cuenta la solidez de los argumentos presentados.
FUENTESFuente l. "Inspirado por Rosas, la Federación pretendió restaurar el orden colonial. Aunque con vacilaciones y entre mil dificultades, los gobiernos de los primeros veinticinco años de lo independencia habían procurado incorporar al país a la línea de desarrollo que había desencadenado la revolución industrial en Europa y los Estados Unidos. La Federación, en cambio, trabajó para sus­traerlo a ese cambio y para perpetuar las formas de vida y de actividad pro­pios de la colonia. Desarrolló el paternalismo político, asimilando la conviven­cia social o las formas de vida propios de la estancia, en la que el patrón protege pero domina a sus peones; abandonó la misión educadora del Esta­do prefiriendo que se encargaran de ello las órdenes religiosos; destruyó los cimientos del progreso científico y técnico; canceló las libertades públicas e in­dividuales identificando la voluntad de Rosas con el destino nacional; comba­tió todo intento de organizar jurídicamente el país, sometiéndolo de hecho, sin embargo, a la más severa centralización. Tal fue la política de quien fue llamado "Restaurador de las leyes", aludiendo sin duda a las leyes del régi­men colonial español."
(José Luis Romero, historiador argentino contemporáneo, Breve Historia de la Argentina. Eudeba, Buenos Aires, 1965.)

Fuente 2. "El autonomismo bonaerense (mejor que rosista, pues ésta era la postura de mayoritarios sectores de los grupos dominantes: terratenientes, comerciantes, financistas, intelectuales, cualquiera fuese su filiación política), cons­tituyó la condición necesaria para la recomposición y el mantenimiento del or­den social favorable al desarrollo de los grupos dominantes de lo provincia. Rosas fue llamado "Restaurador de los leyes" porque aseguró la vigencia y el cum­plimiento del ordenamiento institucional definido durante lo gestión de Martín Rodríguez, a comienzos de 1820, base del poder terrateniente bonaerense.

Existe cierto consenso en la caracterización de Juan Manuel de Rosas como "hombre de orden", pero no debe entenderse esto como una mera oposición al "desorden". Rosas era partidario de "un cierto tipo de orden social y político" diferente y/u opuesto a otras propuestas planteadas contemporánea­mente por enemigos y adversarios. [. . .]. Los terratenientes ganaderos bonae­renses (que también fueron comerciantes, usureros, militares, y desempeña­ron alguna de esas actividades, o todas al mismo tiempo, como por ejemplo los Anchorenas) necesitaban de un orden social que les asegurara la acumula­ción de capital. El lento desarrollo de los relaciones de producción capitalista en el campo bonaerense, durante lo primera mitad del siglo XIX, no lo podía asegurar sin el riguroso control del poder político, especialmente a partir del control de la fuerza de trabajo.
En el contexto de este proceso económico y social se puede comprender me­jor por qué el discurso federal de Rosas se opuso a su práctica autonomista: los intereses económicos del grupo dominante de Buenos Aires (y del futuro país) eran incompatibles, en esa época, con la constitución de un gobierno de unión nacional."
(Waldo Ansaldi, sociólogo e historiador argentino contemporáneo, Rosas y su tiempo, selección y prólogo. Centro Editor de América Latina (Colección Historia Testimonial Argentina, núm. 24, Buenos Aires, 1984.)

Fuente 3. "La ley provincial (de Aduanas de 1835) tenía un objetivo nacio­nal. Buenos Aires abandonaba el libre cambio que la favorecía internamente, y adoptaba el proteccionismo con un triple objeto: a) quitar los recelos del in­terior hacia el puerto consolidando la unión nocional; b) crear una riqueza industrial y agrícola argentina, en procura de su independencia económica; y c) hacer poco vulnerable el país a un bloqueo extranjero, como ocurriría si la en­trada o salida de productos por Buenos Aires, fuese el fundamento de su vida económica.
Las provincias acusaron la benéfica política. Salta votaba el 14 de abril de 1836 un homenaje a Rosas porque "la Ley de Aduanas dictada en la provincia de su mando (cuida) muy principalmente el fomento de la industria terri­torial de las (provincias) del interior de la República [. . .] y ningún gobierno de los que han precedido al actual de Buenos Aires, ni nacional ni provincial, ha contraído su atención a consideración tan benéfica y útil a las provincias inte­riores". Tucumán el 20 de abril dictaba una ley análoga por haber "destruido ese erróneo sistema económico que había hundido a la República en la miseria, anonadado la agricultura y la industria, con lo que ha abierto canales de prosperidad y de riqueza para todas las provincias de la Confederación y muy particularmente para la nuestra". Catamarca el 17 de agosto, porque "la Ley de Aduanas refluye poderosamente en el aumento de la industria territorial de la República". Idéntico pronunciamiento hubo en Mendoza, y posiblemen­te en todas las provincias."
(José María Rosa, historiador argentino contemporáneo, Historia Argentina (tomo IV, Unitarios y Federales). Editorial Oriente, Buenos Aires, 1973.)
Fuente 4. "Sin duda la ley (de Aduanas de 1835) atendía a necesidades ur­gentes del interior; más que del Litoral. Corrientes y su subordinada Misiones quedaron notoriamente relegadas en cuanto a beneficios. Y a las protestas correntinas respecto del gravamen que se imponía a sus cigarros, tabacos y yerba mate, adujo el ministerio porteño que tales productos debían ser más afectados por el impuesto fiscal para evitar que, por vía del contrabando, se introdujeran en la Confederación mercaderías de producción paraguaya. Men­doza resultó privilegiada como lugar de concentración de productos chilenos que pasaban libremente a Buenos Aires. Las demás provincias sintieron algún alivio por la limitación de importaciones emergente del aumento impositivo. Y la más beneficiada fue, sin duda, Buenos Aires, en donde se restableció la fa­bricación de utensilios domésticos y camperos abandonados desde 1810.
A pesar de los beneficios otorgados por esta Ley de Aduanas a las provincias interiores, conviene no exagerar la nota y medir sus alcances con objetividad. [...]. Ha de tenerse en cuenta, además, que a pesar de la liberación de im­puestos a productos del interior; esas mercaderías, en buena medida, queda­ban constreñidos al mercado local. La prohibición de entrar a Buenos Aires artículos de comercio que pudieran competir con sus propias artesanías y manufacturas [. . .] privaba al interior de comerciar esos enseres en el lugar de mayor demanda, que era Buenos Aires. Finalmente, cabe señalar que esa ley no cambió para nada el sistema comercial vigente en el Río de lo Plata des­de 1810. En tanto se mantuvo el régimen de puerto único, los provincias quedaron forzosamente sujetas a la marcha económica de Buenos Aires, punto de concentración y distribución obligado de todo mercado exportador e importador."
(A. J. Pérez Amuchástegui, historiador argentino contemporáneo, Rosas y las bases federales. En: Crónica Argentina (tomo III). Codex Argentino, Buenos Aires, 1972.)

Fuente 5. "Si el temperamento de Rosas estaba hecho exclusivamente para el mando del poder omnímodo que le dio la suma del poder público, lo cierto es que parece haber sido el más adecuado para la época en que debió asu­mir la tremenda responsabilidad de enfrentar el terrible desafío que nos hicie­ron las potencias marítimas, que empezaban por esos días la apertura de to­dos los continentes hasta entonces cerrados al intercambio con Europa. A las buenas, si se les cedía de inmediato; pero de preferencia a cañonazos. [...]. Intuir que el país estaba en condiciones de resistir la formidable embestida que representaron, primero, el bloqueo francés, y luego la intervención anglo-francesa conjunta, no lo había hecho ninguno de los gobernantes posteriores a la generación de la independencia. Todos los contemporáneos reconocieron ese mérito a Rosas (y en sus discursos mostraron) la acción del caudillo y del estadista en su verdadera perspectiva histórica, como la del gobernante que había estabilizado la revolución de la libertad y la independencia."
(Julio Irazusta, historiador argentino contemporáneo, Juan Manuel de Rosas, el gobernante que estabilizó la revolución de la libertad y la independen­cia. En: Historia Integral Argentina (tomo 2, De la Anarquía a la Organización Nacional). Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1975.)
Fuente 6. "¡Rosas jamás podía estar contra Inglaterra y no lo estuvo! Mien­tras se tramitaba cualquier engorro diplomático con ello, Rosas se ofrecía co­mo el mejor guardián, no sólo de los comerciantes ingleses establecidos en el Plata -¡que comenzaban a convertirse [. . .] en estancieros!- sino de los fi­nancieros de la City. Así, en pleno conflicto, manda abonar en 1840 una cuantiosa cuota a Baring Brothers de la deuda pendiente a raíz del emprésti­to de 1825. Yen 1845, cuando la escuadra franco-británica se apoderó de los buques argentinos que bloqueaban a Montevideo, Rosas, en lugar de las legítimas represalias esperadas, dice Mac Can (cónsul inglés en Buenos Aires) "alivió la situación de los comerciantes extranjeros -ingleses principalmen­te- facilitando el depósito de los mercaderías y librándolos de los impuestos que pagaban en tiempos normales." ¿Era poco? En 1831, había mandado guardar luto por la muerte del rey Jorge IV..
¿Que los ingleses correspondiesen a tantas finezas y que fueran los más pa­trióticos [...] sostenedores de la dictadura? Todos los ingleses del Río de la Pla­ta eran rosistas ardientes, y (lo llamaban) "El Inglés", con afección casi de paisano. Cuando en 1849 Rosas, como tantas veces, amenaza con la renun­cia, la colectividad británico entra en la más patriótica alarma, y por interme­dio del ministro Southern expresa el dictador no sólo su adhesión reverencial sino su concepto de que su retiro significaría una catástrofe pública."
(Luis Franco, escritor argentino que nació en 1898, El otro Rosas. Editorial Claridad, Buenos Aires, I 945.)
Fuente 7. "[ .. .] reunir un Congreso Constituyente significaba crear autoridades superiores a lo provincia de Buenos Aires; mientras que sin una definitiva Constitución Nacional, los provincias continuarían bajo el influjo del goberna­dor de Buenos Aires encargado por ellos de la representación exterior"
(Carlos Ibarguren, historiador argentino contemporáneo. Citado por Enrique M. Barba en Correspondencia entre Rosas, Quiroga y López. Estudio preli­minar. Hachette, Buenos Aires, 1975.)
Fuente 8. "Una a una, buena parte de las atribuciones que la Constitución daría al gobierno federal, fueron incorporándose en la delegación diplomática de Buenos Aires, que en un principio fue la única esfera de aquella magistra­tura. Los derechos de intervenir en los provincias, juzgar a los reos de delitos cometidos contra la nación, vigilar la circulación de escritos sediciosos, tratar con la Santa Sede y reglamentar los relaciones del país con el poder espiri­tual, declarar la guerra y hacer la paz, negar a las provincias el derecho de le­gación, prohibir o permitir lo extracción de metálico, nombrar jefes de ejérci­tos nacionales, etc, se fueron estructurando como facultades del gobierno central, en un proceso de años, por medio de precedentes consentidos que afianzaban una jurisprudencia política."
(Julio Irazusta, El federalismo de Rosas. En "Revista de Historia", núm. 2. Buenos Aires, I 957.)

Fuente 9. "Rosas se opuso tenazmente a la Constitución. ¿Cuál fue lo razón? […] Por supuesto que Rosas no se oponía a la Constitución porque temiese no ser elegido presidente de lo República. Prefería ser gobernador de Buenos Aires y jefe efectivo del país. La Constitución le molestaba, pues ello suponía un Congreso y una justicia federal que podían presentar dificultades a su ac­ción ejecutiva."
(Enrique M. Barba historiador argentino contemporáneo, Correspondencia entre Rosas, Quiroga y López. Estudio preliminar. Obra citado.)